viernes, 11 de julio de 2014

Pasemos a la acción: más sexo y menos violencia

Alan S. Miller y Satoshi Kanazawa publicaron hace algún tiempo en ‘Psychology Today’ el artículo ‘Ten Politically Incorrect Truths About Human Nature’.


Es un texto bastante extenso que resumiré rápidamente antes de pasar a la acción:

1.- Las mujeres quieren ser jóvenes, poseer una cinturita de avispa, grandes pechos, una larga melena rubia y ojos azules porque eso es lo que atrae a los hombres.

2.- Los humanos son polígamos por naturaleza.

3.- Las mujeres se benefician de la poligamia, mientras que los hombres se benefician de la monogamia.

4.- Los terroristas suicidas existen por la ausencia de sexo fácil en sus sociedades.


5.- Tener hijos, pero no hijas, reduce la probabilidad de divorcio en las parejas.

6.- Las parejas más atractivas tienes más hijas que hijos.

7.- La tendencia a cometer delitos se dispara en la adolescencia y presenta un pico al final de ese periodo y en la primera edad adulta. Declina más o menos a partir de los 30 años de edad.

Este patrón para los delitos también se observa en ocupaciones creativas (música, pintura) y en las ciencias.

En ambos casos hablamos de hombres, naturalmente: es una consecuencia de su competición para obtener sexo (o éxito reproductivo siendo más neutral). Y esa competencia se puede expresar con violencia o más sutilmente.

Cuando los varones logran reproducirse, su nivel de competitividad se reduce dramáticamente: abandonan la violencia, dejan de ofrecer productos creativos y la investigación científica se convierte en un modo de vida más para obtener recursos:

A menudo las mujeres dicen ‘no’ (así que ) los hombres han construido y destruido civilizaciones para impresionar a las mujeres y lograr que su respuesta sea ‘si’”.

8.- La famosa crisis de los 40-50 no se debe a algo que les suceda a los hombres, sino a algo que les sucede a las mujeres por esa misma época: el final de su periodo reproductivo.

Cuando el hombre de esa edad se compra un deportivo no busca parecer más joven, sino atraer a una mujer joven que sustituya a su pareja menopaúsica.

9.- Los hombres que se dedican a la política son capaces de arriesgarlo todo por un affair con una mujer joven.

La historia de la humanidad demuestra que los hombres poderosos tuvieron esposa, si, pero también multitud de concubinas (el éxito reproductivo era esencial). Los hombres se dedican a la política para parecer poderosos, impresionar a las mujeres y aumentar su éxito reproductivo (sexo, vaya).

10-. Los hombres acosan a las mujeres en el trabajo porque también acosan a los hombres en el trabajo.

El argumento feminista basado en, por ejemplo, el patriarcado y el machismo, es discutible.

Los científicos evolucionistas sostienen que el acoso a las mujeres en el trabajo puede explicarse porque a ellos les fascina el sexo casual y a corto plazo. Y están dispuestos a usar cualquier medio para alcanzar ese objetivo. El abuso, la intimidación y la degradación son estrategias usuales entre los hombres en situaciones de competición. Por tanto, los hombres tratan a las mujeres igual que tratan a los hombres. Es decir, no son sexistas.


Y ahora, ¿qué hacemos?

Primero, ya existe una floreciente industria para rejuvenecer a las mujeres, así que eso está logrado (aunque siempre cabe margen de mejora).

Segundo, lo de la poligamia versus la monogamia parece que tiene mala solución. Cuanto más te alejes del ‘Brad Pitt Looking’ más te interesa la monogamia, así que mantener un diplomático silencio sobre esa dicotomía puede compensar.

Tercero, facilitemos el acceso al sexo. Nos ahorrará muchísimos problemas a la sociedad. La monogamia es un loable intento, pero, por lo que se ve, no termina de funcionar. El famoso lema ‘hagamos el amor y no la guerra’ se rebela como una sabia declaración. No se me ocurre cómo se puede lograr este objetivo, pero (sujeto, claro, a escrutinio empírico) tengo la sensación de que funcionaría.

Hace bastantes años, cuando me dedicada a la criminología, tuve oportunidad de leer un artículo sobre una experiencia piloto en las prisiones rusas. Un alcaide tuvo la ocurrencia de adquirir muñecas hinchables para que los presos más violentos tuvieran encuentros sistemáticos con ese dispositivo (en la más estricta intimidad). El resultado fue tan arrebatador --reduciéndose, hasta casi desaparecer (siempre quedan algunos incombustibles), los episodios de violencia-- que fue rápidamente adoptada por la red de prisiones.

Desgraciadamente, poco después el político aguafiestas de turno prohibió esas prácticas…

Cuarto, no veo solución fácil a la ruptura de parejas en su periodo crítico de los 40-50 años. Ambos son parte del problema, aparentemente. Ellas no pueden evitar abandonar la fase de reproducción (por ahora), pero ellos podrían combatir la tendencia a buscar jovencitas presuntamente más saludables. Quizá estén dispuestos con la educación adecuada.

Finalmente, el acoso en el trabajo tiene una fácil solución: eviten los equipos mixtos, potencien el trabajo segregado según sexo y que se acosen entre ellos (o entre ellas, quién sabe).

En suma, si atendemos al mensaje de los evolucionistas, finalmente todo se reduce al sexo. Arreglemos ese problema y habremos terminado con los males de la humanidad. Bueno, seamos sinceros, realmente se debe corregir el problemas que los hombres tiene con el sexo. Ellas parecen estar por encima de eso, o, al menos, no son proclives a destruir nada para reproducirse --o simular que se están reproduciendo.


9 comentarios:

  1. Roberto, a ver si nos aclaramos, o todo se refiere al sexo o todo se refiere a "g"... O ¿acaso sugieres una sutil conexión entre ambos subyacente? :)

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  2. Que bueno roberto
    teresa

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  3. Posiblemente comparta casi todo lo que dices, pero...

    a) La psicología evolucionista, con la colaboración de etólgos, pueden explicarlo casi todo apelando a funciones adaptativas. Quizá demasiado fácil.
    b) El sexo es sin duda importante, muy importante. No sólo los curas estaban obsesionados con el sexo, también lo estaba Freud, o la mayoría de las personas, especialmente en esta sociedad nuestra tan hipersexualizada.
    c) Está claro que existe algo así como una naturaleza humana y hay que tenerlo en cuenta. Hay sexo, no solo género, e impone ciertas condiciones. No obstante, lo importante siempre es lo que hacemos con esa naturaleza, pues algo tenemos que hacer dada nuestra "libertad" originaria.
    d) Por último, no creo que la solución a nuestros problemas solo tenga que ver con hacer el amor y no la guerra. Supongo que es más complicado, porque, entre otras cosas, las relaciones sexuales son complicadas, bastante complicadas.

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  4. En la II Guerra Mundial, el ejército alemán proyectó dotar a cada soldado de su respectiva muñeca inflable. Si se puede extrapolar a los soldados alemanes lo observado en los presos soviéticos, tal vez los Aliados cometieron un grave error al bombardear la fábrica: una buena dotación de muñecas inflables habría hecho decaer drásticamente el ardor guerrero de sus enemigos.

    Athini Glaucopis (athini_glaucopis@hotmail.com)

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  5. Hubiera sido una excelente estrategia, así es.

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