lunes, 27 de abril de 2015

Predicción de la capacidad intelectual a partir de señales biológicas

Un grupo de investigación formado por científicos de China y Corea publican un provocador estudio cuya conclusión es que se puede predecir el nivel intelectual de los individuos simplemente mirando las señales obtenidas en un registro de resonancia magnética estructural (MRI).


Según esos resultados, sería innecesario aplicar un test estandarizado de inteligencia para conocer, aproximadamente, cuál es la capacidad de un determinado individuo. Bastaría con disponer de su registro MRI para obtener, seguidamente, sus valores de materia gris y materia blanca en una serie relativamente reducida de regiones cerebrales.

En concreto, las regiones identificadas en ese estudio son (ver figura): bilateral thalamus, left caudate, right amígdala, left parahippocampal gyrus, left hippocampus, bilateral transverse temporal gyri, right opercularis (frontal lobe), left anterior cingulate (frontal lobe), left lingual gyrus (occipital lobe), left superior parietal, right inferior parietal, left angular gyrus (parietal lobe), and left paracentral (between the frontal and parietal lobes). 


Por tanto, tanto regiones corticales como subcorticales contribuyen a la predicción de las diferencias observadas en la capacidad intelectual de los individuos. Entre las regiones corticales identificadas, cuatro (señaladas arriba en rojo) se consideran en la teoría parieto-frontal (P-FIT) de la inteligencia. La comparativa carece de sentido para las regiones subcorticales porque esta teoría las ignora.

Este grupo de investigadores considera distintos métodos de clasificación de las señales biológicas (variables predictores) para pronosticar la variable criterio, en este caso el CI (capacidad intelectual). Las siguientes gráficas presentan los resultados de distintos métodos al comparar el CI (IQ) valorado con un test estandarizado y el CI predicho.


El valor de correlación (r = 0.72) parece demasiado alto para ser verdad. Los cálculos provienen del análisis de un grupo de 164 chavales de entre 6 y 15 años de edad y los registros de resonancia se hicieron en distintos centros. Además, el CI promedio de ese grupo de individuos se sitúa por encima de la media poblacional (en algunos de los grupos casi una desviación típica).

El grueso del informe se destina a describir las fórmulas de los métodos aplicados para llegar al llamativo resultado comentado, pero la evidencia habría sido más convincente si el hallazgo se hubiera replicado en un grupo independiente de individuos.

Por tanto, en el supuesto de que los resultados sean sólidos, serían aplicables únicamente a este selecto grupo de chavales. Si las regiones cerebrales identificadas son realmente útiles para pronosticar la capacidad intelectual, entonces deberían permitir predecir el nivel intelectual en un grupo equivalente (pero independiente) de individuos.

Sin embargo, el informe guarda silencio sobre este particular, limitándose a comentar que la mayor parte de esas regiones se han identificado en investigaciones previas como relevantes para comprender las diferencias individuales de capacidad.

La estrategia de estos científicos me recuerda a la investigación que terminamos hace unas semanas aplicando un atractivo método para clasificar a los individuos según su nivel de semejanza en sus patrones de conectividad cerebral. En concreto, el MDMR (Multivariate Distance Matrix Regression) permite analizar simultáneamente las semejanzas y diferencias, tanto en las señales biológicas como en las psicológicas. En nuestro caso empleamos un método de validación que permitió comprobar el nivel de robustez de los resultados encontrados.

Por cierto, de las trece regiones que identifican estos autores chinos y coreanos, nueve se encontraban conectadas en nuestros análisis de modo relevante para comprender las diferencias de capacidad cognitiva. En concreto, el caudate, la amygdala, el parahippocampal gyrus, el hippocampus, el anterior cingulate, el lingual gyrus, el superior parietal, el inferior parietal y el paracentral.


No hay comentarios:

Publicar un comentario